La Marea, una nueva forma de hacer periodismo

29 Abr

Lara

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Uno de los medios sacudidos por los ‘invasores’ corporativos fue Público. El diario nació el 26 de septiembre de 2007 y, desde esa fecha, los ingresos publicitarios comenzaron a caer de manera aparatosa pese a la fidelidad que demostraba la audiencia, lo que años después supuso el cierre de la versión impresa y el despido inclemente del 85% de la plantilla. Como ya hizo en otras ocasiones, Jaume Roures tendió la mano al contemplar que la apuesta no fructificaba como negocio. No obstante, el interés económico del también productor no restó la ilusión de unos periodistas que, tras padecer los recortes de plantilla, emprendieron un nuevo proyecto. Toni Martinez

Los afectados por los recortes reflejaron una capacidad de reacción ejemplar formando una cooperativa llamada MásPúblico. A raiz de ahí, surgió La Marea, una revista mensual con principios similares a Público pero totalmente independiente y desligada de los intereses políticos, aunque su reducida apuesta por la publicidad la mantienen inmersa en un terreno de incertidumbre a la hora de determinar la perdurabilidad de la misma.

 Pese al riesgo que asumen todos sus socios, el cuarto poder requiere de ideas como La Marea para batallar por la libertad informativa. El periodismo precisa de proyectos que no entienden de ataduras, y Toni Martínez sacó fuerzas en uno de sus peores momentos como profesional para emprender una nueva aventura. Socio-trabajador de MásPúblico y fundador del periódico, presentó la idea como prólogo de las VIII Jornadas de Periodismo agradeciendo la disolución en papel de Público, ya que «gracias al ERE han surgido ocho medios de comunicación nuevos”. “Alguien comparó el periodismo celular con Al Qaeda. Somos pequeñas células que hacemos la lucha por nuestra cuenta, y del cierre de Público surgieron nuevos planes como eldiario.es, Mongolia, la revista Líbero o Alternativas Económicas“, añadió.

 La Marea no concibe el hecho de que los profesionales de la información trabajen gratis, por ello compensa cada esfuerzo de los suyos gracias a que las tarifas por artículos y fotografías están consensuadas con colegios y asociaciones de periodistas.  Además, desafía a todo aquel valiente que se atreve a dar por muerto el papel ya que, como asegura Toni, «es el producto estrella». Con un diseño atractivo y diferente al resto, esta revista busca romper los pronósticos distribuyendo ejemplares por Madrid, Barcelona y Valencia a un coste de tres euros.

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